Carabina basada en el diseño del fusil que fabricó Remington a partir de 1865 y que gozó de gran popularidad tanto por parte civil como militar.
Dotada de cierre de tipo basculante denominado originalmente como Rolling Block, conociéndosele en España como sistema Remington.
Su inventor fue el norteamericano Leonard Geiger, quien en 1863 patentó un sistema de retrocarga que consistía básicamente en un bloque que abría o cerraba el acceso a la recámara de un arma monotiro, pivotando sobre la aguja percutora paralela al cañón. El martillo, situado inmediatamente detrás del mencionado bloque impide la apertura de éste al percutir el cartucho.
Este sistema reunía todas las cualidades de robustez y fiabilidad, cualidades necesarias para que un fusil fuera declarado reglamentario para el ejército. De este modo, en el último tercio del siglo pasado la mayoría de las naciones europeas y americanas no dudaron en hacerse con la patente de Remington -que a su vez se la había comprado a Geiger- para fabricar dichos fusiles en sus propios países. Su profusión a lo largo de todo el mundo, tanto en su versión de arma larga como corta, confirman lo expuesto.
En 1866, España había entrado ya en la retrocarga con el sistema Berdan, aunque fue una solución pasajera para la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), donde el Remington fue el verdadero protagonista, ya que por Real Orden del 24 de febrero de 1871, se aprobó la adopción de este armamento, que sería fabricado en Oviedo, en dos versiones: el fusil para Infantería y la tercerola para Caballería e institutos montados tras haber vencido en concurso convocado por la Junta Facultativa de Artillería a firmas tan célebres como Wilson & Berdan y Martini-Henry.
El Ejército gubernamental empezó a equipar con estas armas a las tropas destinadas en el frente carlista. Fue tanta la urgencia, que se compraron gran cantidad de fusiles del modelo 1871 a los Estados Unidos pues la Fábrica de Oviedo no era capaz de cubrir la demanda propia de un conflicto.
En 1874 se aprueba un mosquetón diseñado en Oviedo, siendo un modelo intermedio, que se adoptó para ingenieros, artillería de sitio y plaza y administración militar.
La Orden de 26 de Enero de 1875 disponía que el Remington fuese el único fusil del ejército y ordenaba la inmediata sustitución de cualquier otro modelo que se usase.
Con esta adopción mejoraron de manera considerable las posibilidades del soldado, pues su velocidad de disparo se triplicó, pasando de 3 disparos por minuto a 9. Además, obtuvo un poder de alcance táctico sobre grupos ubicados a una distancia de 1.000 metros en la modalidad de tiro colectivo, alcance impensable hasta entonces.
La bala que cargaba su cartucho era de plomo concamisa de latón y fue la causante de que durante la Guerra de Cuba, debido al calor y humedad reinantes, se formara sobre ella el típico cardenillo verdoso que hizo creer a los soldados americanos -algo tuvo que ver el servicio de propaganda militar- que las tropas españolas utilizaban proyectiles envenenados.
En 1895, la fábrica de Oviedo cesó su producción, habiendo producido 350.000 fusiles y 50.000 tercerolas que lentamente fueron sustituidos por el magnífico fusil Mauser español, Modelo 1893, pasando los Remington a formar parte de la dotación de las tropas indígenas.
Durante esta época, los soldados españoles destinados en el Protectorado de Marruecos bautizaron a este fusil con el nombre de Paco debido al sonido tan característico que producía al dispararse en medio del silencio de la noche: paccccccoooooooooooo..........
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