RIFLE HENRY CAÑÓN OCTOGONAL, USA 1860
Fusil de palanca diseñado a finales de la década de 1860 por Benjamin Tyler Henry que disparaba cartuchos calibre .44 Henry de percusión anular con casquillos de cobre, más tarde de latón; era una versión mejorada de los primigenios fusiles y carabinas de repetición Smith-Jennings y Volcanic.
Se fabricaron 900 fusiles entre junio y octubre de 1862; para 1864, la producción había alcanzado las 290 unidades al mes. Cuando su producción cesó en 1866, se habían fabricado aproximadamente 14.000 unidades.
Para un soldado de la Guerra de Secesión, el poseer un fusil Henry era motivo de orgullo. Aunque nunca fue adoptado oficialmente por el Ejército de la Unión, varios soldados los compraron con sus propios medios.
Con cajón de mecanismos de latón podían disparar 28 balas por minuto si eran correctamente empleados, por lo cual los soldados que ahorraban su paga para comprar uno creían que podría ayudarlos a sobrevivir.
Estos eran frecuentemente empleados por exploradores, avanzadillas y unidades de asalto en lugar de formaciones regulares de infantería. Para los asombrados soldados confederados armados con fusiles de avancarga que se enfrentaron a este letal -dieciséis tiros-, solamente era -ese maldito fusil yankee que lo cargan el domingo y dispara toda la semana-.
Las tropas confederadas emplearon en forma limitada muy pocos fusiles Henry capturados. Como a aquellas pocas tropas confederadas que obtuvieron uno de estos fusiles les era difícil reabastecerse con la munición especial que empleaba, su amplio uso por parte de las fuerzas confederadas fue muy poco práctico.
Entre estas figuraban unidades de caballería de Luisiana, Texas y Virginia, al igual que los guardaespaldas del presidente confederado Jefferson Davis.
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